Lidia Rodríguez Gonzáles: “Pensé que me hacían eso para curar mi hemorragia”


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Lidia Rodríguez Gonzáles fue por medicamentos para tratar su hemorragia a la posta de San Francisco (distrito Yarinacocha, provincia Coronel Portillo, Ucayali), la más cercana a su comunidad en Santa Clara.

Allí le dijeron que no tenían medicina, pero que la llevarían a la ciudad de Pucallpa, al Hospital Amazónico, porque ahí con toda seguridad iban a curarla.

En el trayecto del camino, ella jamás imaginó lo que tenían planeado hacer con su cuerpo.

“Me pusieron en la camilla sin decir nada, me ataron manos y pies para que no me moviera...pensé que me hacían eso para curar mi hemorragia”.

Al despertarse, Lidia Rodríguez estaba esterilizada. Le reclamó a las enfermeras, y ellas le respondieron:“¿Por qué tanta pregunta?, ya te explicamos, muchos hijos tienes”.

La obligaron a firmar un papel que nunca leyó, que nunca le leyeron. Estando en la cama, con mucho dolor, las enfermeras molestas le dijeron: “¡firma, firma, firma de una vez!”

Pasados cuatro meses luego de la ligadura, Lidia Rodríguez tuvo relaciones sexuales. Relata que sentía dolor y poco placer. Intentó nuevamente un año más tarde, pero era lo mismo. Nunca más volvió a tener sexo.

A su mamá, Dorotea Gonzáles Valle, también la esterilizaron en el Hospital Amazónico. Su historia clínica, conseguida por La República, no registra ningún documento en el cual ella autorice que le liguen las trompas.

  • Víctima: Lidia Rodríguez Gonzáles
  • Grado de instrucción: cuarto de secundaria
  • Fecha del hecho: 1999
  • Modus Operandi: Engaño, Violencia
  • Edad de la ligadura: 36
  • Vivía en: Comunidad Santa Clara, distrito Yarinacocha, provincia Coronel Portillo.
  • Responsables de la captación: Puesto de Salud de Santa Rosa
  • Responsables de la ligadura: Hospital Amazónico (ciudad de Pucallpa)