Damiana Huallpayunca Quispe piensa que si hubiera tenido una mejor educación o dinero, no hubieran violentado su cuerpo ni jugado con su mente.

Dio a luz en el Hospital Antonio Lorena, en la ciudad de Cusco. Inmediatamente después las enfermeras la rodearon exigiéndole que debía ligarse porque ya tenía muchos hijos. Durante los tres días que permaneció en el hospital, las enfermeras se le aparecían a toda hora a decirle lo mismo.

A Damiana Huallpayunca no le explicaron en qué consistía una ligadura, pero igual ella se mantuvo firme en todo momento diciendo que no quería. Pasado los tres días, cuando su esposo fue a recogerla al hospital, las amenazas y el hostigamiento agudizaron:

-“Fujimori, el presidente, nos ha ordenado no solamente a ti sino a todas, a bastantes hemos ligado. En todas las postas de salud de todos los distritos están ligando. El presidente ha ordenado”, les decían las enfermeras.

-“Si no quieres que tu esposa se ligue, a ti te vamos a hacer la ligadura”.

-“Si no dejas que le hagamos la ligadura a tu esposa, la guardia vendrá y los llevará”.

Así, chantajearon y obligaron a su esposo a firmar un papel para que la esterilizaran.

“ Cuando me han puesto la inyección (anestesia) me han amarrado mis manos, y me dijeron: “señora cuenta”. Me han hecho contar. El doctor hablaba gritando, tenía su carácter: ¡hasta cincuenta cuenta! No he llegado a contar hasta cincuenta. Tenía mucho miedo y luego he empezado a quedarme como muerta”.