Por: Pamela Huerta y Alexis Revollé
22/10/2020

Capítulo 3. - Nuevas modalidades de captación

La clandestinidad se reinventa

La trata de personas ha sabido adaptar sus ilegales dinámicas al contexto de pandemia, convirtiéndose en un delito mucho más complejo de identificar y sobreexponiendo a las víctimas a situaciones de explotación.

Cuando el nuevo coronavirus apenas se asomaba en nuestro país, el Gobierno decidió tomar drásticas medidas para intentar controlar su propagación. Se estableció el estado de emergencia y las calles lucían llenas de policías o militares; sin embargo, en la clandestinidad, las redes de trata de personas (TdP) seguían organizándose.

Como si estuvieran un paso adelante de las autoridades, los perpetradores de este delito han sabido adaptarse al contexto de pandemia, complicando aún más la dura tarea de identificarlos. Durante el primer semestre del 2020, la Dirección de Investigación de Delitos Contra la Trata de Personas (Dirintrap) de la Policía Nacional del Perú (PNP), solo ha logrado realizar 31 operativos, cifra que no alcanza ni la cuarta parte de los ejecutados el año anterior.

OPERATIVOS CONTRA LA TRATA DE PERSONAS DE LA PNP
A tres meses de culminar el año 2020 se realizaron 84 operativos policiales, 77 operativos menos que durante todo el año anterior.

Redes sociales como principal medio

La TdP no ha paralizado sus operaciones ni ha dejado de captar víctimas. Para esto han sabido posicionarse a través de redes sociales, desde donde no solo ofrecen sus servicios, sino que incautan personas con diferentes fines de explotación. Los más expuestos, como ya es costumbre, son los menores de edad y las mujeres.

Así lo confirma la doctora Rosario López Wong, coordinadora nacional de las Fiscalías especializadas en delitos de TdP (Fistrap), quien asegura que la captación en línea es la modalidad que más se ha incrementado durante este periodo.

“Eso nos lleva a una situación muy delicada, porque las víctimas de estos sistemas son básicamente los menores de edad, adolescentes, mujeres y jóvenes de muy corta edad. El hecho de que las escuelas y las universidades hayan tenido que cerrar por esta crisis, también conlleva a que los jóvenes estén mayor tiempo en casa, con varias restricciones, pero manteniéndose contactados de manera virtual”, explica.

Propuestas sin rodeos

Si bien no hablamos de un nuevo medio, algo que sí ha variado es la manera de plantear las propuestas. Usualmente, cuando las víctimas eran interceptadas por los tratantes; se utilizaban ofertas engañosas de trabajo o distintas promesas. En estos días el panorama es diferente, ya que la crisis económica que atravesamos ha agravado las condiciones de los más vulnerables.

Desde el pago de alquileres o compra de alimentos, hasta dinero en efectivo, eso es lo que los tratantes ofrecen a cambio de captar a sus nuevas víctimas

Los ofrecimientos se hacen directamente, sin preámbulos, no hay tiempo que perder cuando el hambre apremia. Desde el pago de alquileres o compra de alimentos, hasta dinero en efectivo, eso es lo que los tratantes ofrecen a cambio de captar a sus nuevas víctimas; quienes la mayoría de veces, terminan siendo explotadas sexual o laboralmente.

Cabe señalar que un ofrecimiento explícito no anula el delito de TdP ya que, al menos en teoría, la Ley N° 28950 garantiza que se tomarán en cuenta las condiciones y el contexto en el que se desarrolla el ilícito.

En esta se indica que hablamos de TdP cuando se “promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de otro […], recurriendo a: la violencia, la amenaza u otras formas de coacción, la privación de libertad, el fraude, el engaño, el abuso del poder o de una situación de vulnerabilidad, o la concesión o recepción de pagos o beneficios, con fines de explotación”.

Nuevas formas, mismo calvario

Debido a la crisis sanitaria, los establecimientos comerciales; incluyendo bares, hoteles y clubes nocturnos, tuvieron que cerrar sus puertas. Es en este punto cuando surge un importante cuestionamiento: ¿cómo las redes de TdP pudieron seguir explotando a sus víctimas?

Para estos criminales también surgió una nueva normalidad. “En cuanto a la modalidad de explotación, si bien se cerraron hoteles y locales de fachada donde estarían siendo retenidas víctimas adultas y menores de edad, esto no ha hecho que los tratantes paren su conducta delictiva o lo que ellos consideran que es su negocio”, precisó la representante de la Fiscalía.

A diferencia de los delitos comunes, la trata de personas se reinventó para continuar a pesar de las multas y clausuras de cada tanto

Si repasamos las noticias de los últimos 7 meses, lo que jamás dejamos de ver fueron intervenciones en hoteles y bares que funcionaban a pesar de las medidas de restricción. A diferencia de los delitos comunes, los cuales mostraron una importante reducción a causa de la inmovilización social obligatoria, la TdP se reinventó para continuar a pesar de las multas y clausuras de cada tanto.

Además, también se ha logrado identificar que, en zonas de triple frontera, los tratantes han modificado los fines de explotación de sus víctimas. Estas pasaron de ser explotadas sexualmente a desempeñarse como servidumbre o realizar trabajo forzoso.

¿Qué hacer entonces frente a un camaleónico delito que no se detiene y que jamás se deja ver? Hasta el momento, las medidas tomadas desde el Estado parecen ser insuficientes, convirtiendo a los tratantes en los únicos ganadores de esta lucha contra la TdP.