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Desafíos

Dificultades que tienen los migrantes para emprender en Perú

La migración venezolana es un proceso nunca visto en la historia reciente de Sudamérica. Es evidente que la crisis económica y la violación de derechos humanos que se comenten en el otrora país petrolero ha provocado que cinco millones de personas salgan y se dirijan a las naciones vecinas, que a su vez no estaban preparadas para asumir ese desafío.

Perú es un país con una tasa de informalidad elevada y es allí donde la población migrante y refugiada ingresa, incluso en mayor proporción que la población local.

Entre 89 y 90% de los migrantes venezolanos en Perú trabajan en el mercado laboral sin contrato formal, coinciden diversos estudios que se han realizado sobre esta población. Gustav Brauckmeyer, director ejecutivo de Equilibrium CenDE, señala que es una realidad que tiene puntos negativos y positivos.

“Nos encontramos frente a un fenómeno donde hay un proceso de inserción laboral o integración económica ineficiente, que no permite que los migrantes puedan dar y aprovechar su potencial en el país receptor para generar mayores recursos y estabilidad”, sostiene.

Brauckmeyer identifica que el mayor desafío que hay son los choques entre las distintas posiciones o regularizaciones de las políticas públicas. “Existen ciertas barreras institucionales que dificultan en gran medida la inserción en el mercado formal y sobre todo cuando hablamos de la población altamente calificada”, añade.

“Las políticas públicas tienen que tener una visión para las poblaciones vulnerables en su estrategia comunicacional. La información les tiene que llegar”, dice el investigador.

Describió que pareciera que existe un punto de desarticulación entre los distintos organismos del Estado y hay un flujo de información que no está llegando de manera eficiente. “No se puede olvidar que hay una población vulnerable que necesita ser atendida”, recuerda.

El lado positivo que se deriva de las dificultades es que estimula el emprendimiento en el migrante. La mayoría ha llegado al país con unos niveles de alta vulnerabilidad y tienen la necesidad de generar recursos inmediatamente.

Hay casos de ciudadanos venezolanos que han logrado incorporarse rápido al mercado laboral en Perú, pero no tienen capacidad de ahorro. Lo poco que pueden generar adicional es destinado a remesas. Ante ese panorama, es difícil cumplir con todos los trámites de regularización, reconocimiento de títulos universitarios y colegiaturas.

David Licheri, director de Equilibrium CenDE, coincide en que la comunicación del Estado no termina de llegar a los encargados o colaboradores de las entidades públicas y privadas que atienden a la población migrante.

“Consideramos que no pareciera ser una prioridad por parte de los organismos por más esfuerzos puntuales que se estén realizando para hacer de la información lo más homogénea posible. No hay canales de información organizados o una manera clara de logarlo”, insiste.

Brauckmeyer detalla que las barreras que le toca pasar al migrante representan una pérdida de oportunidades muy elevada para ambas partes (país receptor y migrantes-refugiados venezolanos).

La mayoría de los emprendimientos se quedan en un nivel de subsistencia y se alejan de la posibilidad de tener una perspectiva de crecimiento debido a la falta de información para renglones en específico. Sin embargo, invitó a la sociedad a investigar e indagar sobre sus intereses.

“Hay que tomar iniciativa y a veces es difícil porque el día nos consume, pero sin información no se logran las cosas. La información es poder”, explicó.

La capacitación constante y el ahorro son otros de los puntos que el representante del Centro para el Desarrollo Económico destaca como recomendaciones que deben seguir todos los emprendedores migrantes y refugiados en el país receptor.

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