Descifrando las siglas LGTBI: una guía completa para conocer a esta comunidad

La sexualidad es una parte inherente a la vida de toda persona. Inicia desde la concepción y termina en nuestros últimos segundos. Esta posee dos componentes: biológico (sexo) y social (identidad de género y orientación sexual). A la vez, tiene determinadas funciones, como la reproducción (desde el punto de vista biológico y social), los vínculos afectivos (comunican lo que sentimos) y el placer.

La sexualidad es parte de nuestra personalidad, la cual tiene un componente biológico hereditario y otro de socialización, es decir, el espacio social en el que con el tiempo se va adquiriendo conocimientos y experiencias. Por ello, no solamente se descubre o solamente se construye, sino que es una mezcla de ambas cosas.

Definitivamente, no, porque no existe una forma o una expresión de una persona LGTB. Si se le dice a alguien: “Dibuje a una persona LGTB”, no podrá hacerlo. Cualquier persona, sin importar cómo sea vea, puede ser de la comunidad LGTB.

Desde el punto de vista académico, existe un debate que plantea que son lo mismo; sin embargo, de manera general, podemos decir que una persona bisexual, por su definición, puede entenderse como una persona que siente atracción por ambos sexos o ambos géneros —entendiéndolo desde el binarismo (hombre y mujer)—. En cambio, la pansexualidad no distingue diferencias ni por género ni por sexo, simplemente es la atracción de personas.

Se podría decir que eres una persona pansexual, porque no distingues o no estás enfocada en el género de la persona, ya que quien te gusta es alguien de género no binario. Pero también puede ser que seas una persona que se identifica con cualquier orientación sexual, con la que mejor te sientas o te represente. No obstante, si tienes alguna duda y si quieres recibir algún comentario externo, puedes revisar lo que significa ser pansexual.

Existe una posibilidad de que sí; sin embargo, tendríamos que explorar qué edad tienes, cuánta experiencia tienes, si sientes fantasías y qué entiendes por atracción sexual. Hay que tener en cuenta que la sexualidad y la atracción no solamente se dan a través de un vínculo físico directo (besos, relaciones sexuales, etc.), puede ser también a nivel de fantasías que uno llega a experimentar. Entonces, se habría que evaluar si no sientes atracción, o puede ser que todavía estés comenzando a explorar tu sexualidad debido a tu edad, o que estés pasando por un proceso físico. Por ejemplo, un desequilibrio, un desbalance hormonal o una depresión, que puede hacer que en este momento de tu vida no experimentes atracción sexual.

Existe el deseo sexual hipoactivo, que es una disfunción sexual, y está la asexualidad. La diferencia es que una persona con deseo sexual hipoactivo siente malestar por no tener deseo sexual, es decir, quiere tener relaciones sexuales, pero no puede y se frustra. En cambio, una persona asexual se siente tranquila, no tiene interés, no le preocupa tener deseo sexual. Por ello, hay que diferenciar cuál se tiene.

Hay personas que no se pueden relacionar de forma sexual con otras, pero no es porque no lo quieran, sino porque pueden tener inseguridades con su cuerpo o confianza hacia uno mismo. Justamente, partiendo de hacer un análisis, hay que ver cuál es la motivación de ese actuar. Si no tienes ningún problema con relacionarte, no habría inconvenientes y encajas dentro de lo que podemos considerar una demisexualidad. Sin embargo, si te gustaría, lo has intentado y te da miedo o tienes prejuicios, por ejemplo, de tener sexo con alguien sin sentir afecto o un vínculo con esa persona —porque te han enseñado que así no debería ser—, entonces, ya son los prejuicios, no es que no se quiera.

No, incluso la persona puede nunca tener sexo o contacto físico con alguien y saber claramente cuál es su orientación sexual. Hay que recordar que esta tiene que ver con un tema de placer, deseo y de vínculo afectivo, ya que, en realidad, esto último es lo que tendrá mucho mayor peso al momento de definir una orientación sexual. Por ejemplo, uno puede enamorarse de una persona, la cual ni siquiera puede saber de la existencia de la otra; o puedo excitarme, o disfrutar al ver una película o foto de alguien. Entonces, se puede tener una vida sexual sin tener contacto con otras personas y sentir mucho placer, disfrutarla y tener fantasías sin necesariamente tener un contacto con otros.

Definitivamente, no. Esos son prejuicios desde la construcción binaria de la sexualidad, en la cual debe haber lo femenino y masculino. Inclusive, personas de la comunidad comienzan a seguir estos roles, pero es porque lo han aprendido y sienten que debería ser así.

Se recomienda buscar ayuda en algún espacio que te pueda orientar. Eso va a asistir a la persona para que pueda sentirse mejor y resuelva sus dudas. Aunque, la verdad, no es que las tengan, sino que no quieren aceptar las respuestas.